La Navidad tras la muerte de un ser querido

12 Dic 2023 Blog

UN AÑO MÁS, UNA SILLA MENOS

Navidad, una fecha que para muchos es sinónimo de felicidad e ilusión, e incluso para ti, que estás leyendo estas líneas, hubo un tiempo en el que la Navidad tenía un sentido. Las vacaciones, la vuelta a casa de las personas que han estado ausentes o viven lejos de nosotros, las reuniones con familiares y amigos, los regalos… Son unas fechas en las que la alegría y el entusiasmo parecen teñirlo todo, imponiéndose casi a la fuerza, mientras que la tristeza o el dolor no son bien recibidos en nuestra mesa. 

Sin embargo, estas fechas no siempre son igual de señaladas y deseadas para todos. Para otras personas suponen una carga muy pesada, algo que soportar, y no son sinónimo de alegría y felicidad. Para aquellos que han sufrido una pérdida este año, la ausencia y el vacío son los nuevos invitados (no deseados) que provocan diferentes estados emocionales como la tristeza, rabia, dolor, culpa, apatía… pasando entonces a convertir estas fiestas en un auténtico terror, anticipando con antelación la llegada de las mismas con mucho sufrimiento y preocupación.  

Si estás leyendo esto, puede que te sientas reflejado con alguna de las líneas anteriores y entonces te preguntes, “¿qué debo hacer?”; “¿celebrar o no?”; “si lo hago, ¿amargaré las fiestas a mi familia?”. Lo primero, es saber que no hay una respuesta correcta a esa pregunta. Ninguna receta nos dará la solución al problema que tenemos, puesto que cada duelo es único y personal, por lo que cada uno de vosotros lo gestionaréis y resolveréis de una manera muy particular.

  1. Lo primero de todo, es HACER SIEMPRE AQUELLO CON LO QUE UNO SE SIENTA MÁS CÓMODO. No te fuerces a hacer algo que no te apetece. No pasa nada porque este año no se celebre la Navidad, ni es el fin del mundo. Pero si consideras que es una obligación impuesta y no te vas a encontrar bien, es mejor que hables con tu familia y se lo plantees. Quizás podáis encontrar una solución alternativa, como celebrarlo un par de días antes o después.
  2. Puede ser conveniente TENER UNA REUNIÓN FAMILIAR PREVIA, con el objetivo de consensuar entre todos, respetando las opiniones y emociones del resto. Al fin al cabo el duelo es un proceso individual pero que afecta a todo el núcleo familiar.
  3. En caso de que decidas no celebrar la Navidad, EVITA EL AISLAMIENTO. El apoyo de los más allegados es siempre fundamental para sobrellevar el dolor. Conviene aceptar la ayuda que nos ofrezcan amigos o familiares. Pero en caso de que no te sientas con fuerzas, no te obligues a hacerlo; las personas próximas a ti que te quieren lo comprenderán.
  4. EXPRESA ABIERTAMENTE TUS EMOCIONES Y RESPETA LAS DE LOS DEMÁS. Esto es uno de los consejos principales en el proceso de duelo, y la clave de una buena recuperación. Cada persona vivirá su duelo a su manera. Puede que uno prefiera olvidarlo y hacer como si nada; mientras que otro experimente indiferencia, tristeza o rabia. No te juzgues a ti mismo ni a los demás por las reacciones que tengan en ese día ya que cada persona expresará sus sentimientos de manera diferente, pero seguro que ninguno habrá olvidado a la persona fallecida. Y es que la alegría no está reñida con el recuerdo de los que más queremos.
  5. SIMBOLIZAR A LA PERSONA AUSENTE. Introducir algún símbolo (fotografía, vela, canción, poema, comida, brindis…) que nos recuerde a esa persona, facilitará compartir sentimientos de tristeza o añoranza entre los miembros de la familia que pueden estar sintiendo lo mismo que nosotros, y permitirá tener presente a esa persona tan especial en unos días tan señalados.
  6. ¿Y QUÉ PASA CON LOS NIÑOS? Celebrar la primera Navidad como si nada hubiera sucedido después de perder a un padre, madre, abuelo o hermano, no solo no es posible, sino que es poco saludable. Los niños también experimentan el dolor de la ausencia. Sin embargo, no celebrarla en absoluto puede resultar muy doloroso para un niño, por lo que lo más conveniente es HABLAR CON ELLOS de acuerdo a su edad y nivel madurativo. Los adultos les servirán de modelo a la hora de expresar el dolor si comparten con ellos cómo se sienten.

Firmado:

Carlos Gil Arellano

Psicólogo Nº Colegiado M-29372

Centro Atención Integral al Duelo

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