Segundo encuentro R-Conecta enfocado en la soledad de las personas mayores
El pasado miércoles los centros de San Juan de Dios en Madrid celebramos la segunda edición del encuentro R-Conecta para reflexionar juntos sobre el bienestar emocional y el cuidado de las personas mayores, poniendo especial atención a la problemática de la soledad no deseada.
Salud mental y bienestar emocional
En la primera mesa de la jornada se abordaron los principales factores que afectan al bienestar emocional de las personas mayores. Carlos Gil Arellano, psicólogo de la Unidad de Cuidados Paliativos y Daño Cerebral de la Fundación destacó que la soledad, el aislamiento, la depresión y la ansiedad son cada vez más frecuentes en esta etapa de la vida. Estas situaciones están relacionadas con factores biológicos, psicológicos y sociales que se intensifican con la edad, como enfermedades crónicas, deterioro cognitivo, jubilación, pérdida de seres queridos o cambios en el rol social. Todo ello puede derivar en soledad no deseada, agravada por el estigma y el edadismo.
Según los datos, uno de cada cuatro mayores de 65 años sufre depresión, y este porcentaje aumenta a partir de los 85. Además, el 30% de los suicidios ocurren tras la jubilación: “es un punto de inflexión y por ello hay que prepararse tres o cuatro años antes”, recomendaba el experto.


Por su parte, Jordi Ramón Rizo, enfermero especialista en Salud Mental del Parc Sanitari Sant Joan de Dèu de Barcelona; habló sobre la importancia de promover una visión optimista del envejecimiento, fomentando comunidades que fortalezcan los vínculos afectivos como protección frente a los desafíos emocionales que pueden surgir con la edad. Asimismo, alertó sobre la tendencia a “medicalizar el malestar” sin abordar sus causas sociales: “Debemos trabajar más desde la humanización, desde la escucha y el acompañamiento de la persona, fomentando los vínculos, dando importancia a la unión sanitaria, social y política, para poder dar una respuesta más efectiva a los problemas de nuestros mayores”.
Testimonio en primera persona
Durante el encuentro, Carlos, familiar de una de nuestras pacientes de la Unidad de Daño Cerebral Severo Crónico compartió su experiencia personal con la soledad tras su jubilación. Sus planes de viajar y disfrutar de la vida se vieron truncados cuando su mujer sufrió un ictus y fue ingresada en la Fundación Instituto San José, donde la visita a diario: “Hay gente que desaparece porque huye del sufrimiento, pero curiosamente las personas que sufren tienen una mayor capacidad de volcarse con el de al lado”.


Enfrentarse a la soledad y nuevas necesidades
El evento también contó con la participación de profesionales de Fundación ONCE y Fundación La Caixa, que trataron la soledad no deseada desde una perspectiva investigadora y social. Matilde Fernández, presidenta de SoledadES y del Observatorio de la Soledad no Deseada de Fundación ONCE, alertó de que, en dos de cada tres casos, la soledad no deseada se vuelve crónica; proponiendo seguidamente políticas que fomenten comunidades activas, barrios inclusivos y espacios que fortalezcan la cohesión social.
Por su parte, Javier Yanguas, director científico del Programa de personas mayores de Fundación La Caixa, insistió en la necesidad de repensar el modelo de envejecimiento criticando la presión social por mantener una felicidad constante, lo que lleva a rechazar la vulnerabilidad y el sufrimiento, dificultando la aceptación de la fragilidad humana: “Estamos metidos en una dictadura de la felicidad, en la que se banaliza la soledad”.
La jornada fue inaugurada y clausurada por Elena Urdaneta, directora gerente de la Unidad Territorial III de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios junto con las palabras de Óscar Álvarez López, director general de Atención al Mayor y la Dependencia de la Comunidad de Madrid.