Neurorrehabilitación en el síndrome del empujador tras un ictus: perspectiva fisioterápica
Tras una lesión a nivel del sistema nervioso central que produce daño cerebral, como es el caso
del accidente cerebrovascular (ACV), neoplasias, traumatismos craneoencefálicos, entre otros,
podemos encontrarnos un trastorno del equilibrio postural que llama “síndrome del empujador”
(SE).
El SE se caracteriza por un empuje del paciente hacia el lado más afecto del cuerpo con el lado
contralateral, en sedestación, en bipedestación y durante el movimiento, sobrepasando la línea
media frente a la acción gravitatoria, lo que produce un inadecuado ajuste y control postural, los
cuales, son parámetros básicos en las actividades motoras. Este empuje, que además ofrece una
resistencia a la corrección pasiva, se produce con una abducción y extensión del miembro
superior menos afecto en busca de una superficie de contacto, patrón que se repite en el
miembro inferior ipsilateral al contactar con el suelo.
Alteraciones perceptivas presentes en el SE
Este síndrome puede coexistir o no con heminegligencia. El paciente puede presentar falta de
atención hacia los estímulos presentados por el lado contralateral a la lesión o hacia su propio
lado más afecto, pero esta no es la causa de la alteración de la verticalidad:
Los pacientes presentan una alteración de la percepción de la Vertical Postural Subjetiva (VPS),
percepción subjetiva de la propia verticalidad, en relación con la fuerza vertical de la gravedad.
El comportamiento empujador está asociado a una percepción errónea de la orientación del
cuerpo en relación con la gravedad. No obstante, la vertical visual subjetiva (VVS), capacidad de
reconocer la vertical en el entorno, se mantiene intacta.
Sin embargo, no logran alinear su cuerpo con la líneas verticales que ven en su entorno.
El hecho de que al cerrar los ojos disminuya el comportamiento empujador, podría indicar que
existe un conflicto entre los dos sistemas de referencia VVS y VPS. El paciente presenta un
desajuste en la integración de la información visual y su percepción postural, de manera que se
encuentra alineado con la fuerza de la gravedad, cuando en realidad está inclinado unos 18º
hacia el lado más afecto.
El abordaje del SE requiere de este enfoque interdisciplinar, englobando, entre otros
profesionales: fisioterapeutas, enfermeros, terapeutas ocupacionales y médicos, así como la
necesidad de un enfoque interdisciplinar individualizado, adaptado a las necesidades de cada
paciente desde una perspectiva global.
La Fisioterapia en el SE tras un ACV busca restablecer la condición de salud, y por tanto mejorar
la calidad de vida del sujeto, contribuyendo a una evolución favorable al prevenir las posibles
complicaciones. Según la evidencia científica, los sujetos que han sufrido un ACV y reciben
fisioterapia, destacando el reaprendizaje motor orientado a tareas, gozan de mayor recuperación
funcional y motora y, por tanto, mayor independencia para las actividades de la vida diaria,
acortando además los tiempos de recuperación.
C.P. Fisioterapeuta experta en neurorrehabilitación