Cada 16 de marzo se conmemora el Día Mundial del Trabajo Social con el propósito de dar visibilidad al trabajo que realizan los profesionales en diferentes ámbitos de actuación como puede ser el sanitario. En concreto, en el hospital Fundación Instituto San José de Madrid se cuenta con un equipo de trabajadores sociales que también juegan un papel clave durante su ingreso hospitalario. 

En primer lugar, para hablar de Trabajo Social hay que centrarse en su definición:  

“El Trabajo Social es una profesión basada en la práctica y la disciplina académica que promueve el cambio, el desarrollo social, la cohesión social, el fortalecimiento y la liberación de las personas; basado en los principios de justicia social, derechos humanos, responsabilidad colectiva, respeto a la diversidad, variables fundamentales para el Trabajo Social. Respaldado por las teorías del trabajo social, ciencias sociales y humanidades empoderando a las personas y estructuras para abordar los desafíos de la vida y mejorar el bienestar”.  (FITS y IASSW, 2014)

El proceso de hospitalización es un período crítico para el paciente y su familia, vivido con angustia e incertidumbre debido al proceso de pérdida del estado de salud y/o autonomía, temporal o permanentemente, y al desajuste familiar que conlleva una serie de riesgos sociales que van a incidir en la enfermedad.

 El trabajador social, como parte del equipo interdisciplinar en el ámbito sanitario, aporta el diagnóstico social que complementa el diagnóstico médico para la adecuación del tratamiento de los pacientes.

¿Cuál es el objetivo general de la intervención social en la Fundación?

El propósito es realizar una intervención social proactiva en el contexto de una atención integral a pacientes en proceso de enfermedad, acorde a la línea del Código Deontológico de la profesión y de los principios de Hospitalidad en los que se fundamenta la Orden: Calidad, Respeto, Responsabilidad y Espiritualidad.

¿Cuáles son los objetivos específicos?

Se pueden encontrar una serie de objetivos específicos desde Trabajo Social:

• Elaborar el diagnóstico social a través del estudio de las variables sociofamiliares, económicas y culturales que inciden en el origen de la enfermedad, su desarrollo y sus consecuencias sociales.
• Contribuir al empoderamiento y aprendizaje de los pacientes y sus familias en cuanto a la resolución de problemáticas derivadas de la enfermedad.
• Trabajo en red que promueva el regreso del paciente a su entorno natural o al dispositivo más adecuado a su situación al alta, siempre que sea posible.
• Evitar la duplicidad de esfuerzos y el gasto innecesario de recursos, contribuyendo a favorecer el aumento del prestigio y buena imagen de la FISJ dentro del mapa socio-sanitario madrileño.

Así es el modelo de intervención social:

Asignación de pacientes. En función de los ingresos diarios se asigna un trabajador social de referencia a cada paciente que se encargará de la atención social durante todo el ingreso de manera personalizada.

Verificación de la información social al ingreso. Se procede a analizar los datos extraídos de informes de derivación y recogidos al ingreso del propio paciente. 

Apertura de la Historia Social.  Con la información recogida se valora el orden de prioridad de intervención y se empieza a elaborar el registro de datos para la historia social. 

Entrevista de valoración al paciente o familiar. Se realiza el primer contacto con el paciente y/o familia, que a criterio del profesional (y teniendo en cuenta la situación actual de pandemia por Covid-19) se realizará entrevista vía telefónica o presencial.

Metodología de trabajo en las reuniones interdisciplinares. Se asiste semanalmente a las reuniones de pacientes de cada unidad rotando la presencia de cada trabajadora social con periodicidad mensual. En dichas reuniones se pone en común el trabajo individual de cada disciplina coordinando la intervención global con cada paciente. Posteriormente la información se traslada a las reuniones de trabajo social consensuando las actuaciones para un mayor enriquecimiento y uniformidad en la atención social.

Elaboración de plan individualizado con cada paciente.  En él se abarcan los siguientes aspectos:  

• Intervención directa y continuada dirigida a valorar la situación social, proporcionar soporte, información, orientación y/o derivación.
• Actuaciones que, de acuerdo con la valoración profesional, faciliten la cobertura de las necesidades sociales detectadas durante el ingreso en la medida de lo posible.
• Gestiones y trámites encaminados a la obtención de recursos sociales, así como otras cuestiones socio-legales.
• Coordinación con otros profesionales e instituciones públicas y/o privadas, tanto dentro del sistema sanitario como con otros sistemas de protección social.
• Elaboración del informe social cuando sea preciso.

Alta social. El alta social no necesariamente coincide con el alta clínica puesto que el paciente puede terminar su ingreso hospitalario y no tener resuelta su situación social, o viceversa, y precisar de una continuidad asistencial dependiente de otros organismos.

Por lo tanto, la labor concluye cuando ya se han realizado todas las intervenciones posibles y oportunas de cara a la planificación del alta clínica, por resolución de la problemática social, por abandono voluntario por parte de paciente/familia o por fallecimiento del paciente.

Autoras principales del texto: equipo de Trabajo Social de la Fundación Instituto San José.