Hoy lunes 22 de julio, Día Mundial del Cerebro, tenemos claro que hemos mejorado mucho en cuanto a lo que se refiere a prevención y promoción de la salud. Pero ¿esto es aplicable en el área de neurociencias? La respuesta es sí. Cada vez existe más investigación sobre cómo adaptar nuestro ritmo de vida a una rutina de calidad donde se cuide la dieta, el ejercicio físico, la higiene del sueño y la alteración de estados de ánimo. Todo ello, con el objetivo de ayudar a evitar en gran medida muchas enfermedades, incluidas las neurológicas, cuya incidencia está en alza dado el aumento de la esperanza de vida,  

En los últimos años ya se reconoce en muchos lugares el modelo de atención biopsicosocial, que avanza hacia la idea de que además de la salud física, se requiere una buena salud mental, laboral y social para lograr el bienestar. De esta manera, la “salud mental” implicaría no solo el sentirse bien con uno mismo, sino también el reconocer aquellos pensamientos y relaciones sociales (entendido el ser humano como un ente social) que no nos aportan.

La Federación Mundial en Neurología dedica el Día Mundial del Cerebro de 2024 a la necesidad de concienciar sobre la importancia de cuidar salud cerebral, la prevención de enfermedades neurológicas y la accesibilidad equitativa a los recursos terapéuticos y rehabilitadores de los pacientes neurológicos.

En esta línea, en el Hospital Fundación Instituto San José contamos con un modelo de trabajo interdisciplinar, buscando que la atención sea continua e integral desde las primeras etapas tras el daño cerebral sobrevenido, hasta el apoyo y guía necesarios para la adecuada reinserción social de quien ha sufrido esa pérdida neurológica.