Cuidados Paliativos, una demanda creciente que requiere formación específica
La pandemia de COVID-19 marcó un antes y un después en muchos aspectos de la atención sanitaria, destacando especialmente en el ámbito de los cuidados paliativos. Este tipo de atención, dirigida a pacientes que padecen enfermedades graves en fase avanzada, ha cobrado una importancia crucial en un entorno donde la vulnerabilidad y la presión sobre el sistema de salud se han acentuado. Las necesidades de los pacientes paliativos no han cambiado en su esencia, pero la crisis sanitaria ha revelado las carencias del sistema y la necesidad urgente de una formación especializada para los profesionales que los atienden.
Un contexto de emergencia sanitaria sin precedentes
Antonio Ramos, director del Máster Universitario en Cuidados Paliativos de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios-Comillas (EUEF), describe el impacto de la pandemia como “un tsunami de sufrimiento” que en algunos casos arrasó con estructuras sanitarias ya debilitadas. Según Ramos, “la pandemia creó un escenario en el que los pacientes, en lugar de fallecer, parecían desaparecer bajo una montaña de datos anónimos”, subrayando la deshumanización que sufrieron tanto ellos como sus familias. En este contexto, los cuidados paliativos se volvieron fundamentales para aliviar el sufrimiento.
Aunque las necesidades fundamentales de los pacientes paliativos no han cambiado, Ramos subraya que la pandemia puso en evidencia “una falta de formación básica en cuidados paliativos entre muchos profesionales sanitarios”, que debieron enfrentarse a situaciones de final de vida sin las herramientas adecuadas para ofrecer una atención de calidad. Este déficit afectó tanto a la calidad del servicio prestado como al bienestar emocional de los propios profesionales, expuestos a niveles altos de estrés y agotamiento emocional.
La importancia de la formación avanzada y continua
La pandemia ha reforzado la importancia de la formación especializada y continua en cuidados paliativos. Beatriz Blanco, enfermera en el Equipo de Soporte de Atención Paliativa Domiciliaria de Madrid Sur y profesora del Máster Universitario en Cuidados Paliativos de la EUEF, insiste en que “los profesionales que atienden a diario a pacientes en el final de la vida son conscientes de la necesidad de tener una formación específica, continua y actualizada”. Beatriz Blanco añade que el control sintomático, las habilidades de comunicación en situaciones complejas y el acompañamiento emocional son competencias básicas para prestar cuidados paliativos de calidad.
La crisis sanitaria también ha acelerado la incorporación de la tecnología en la atención a pacientes paliativos, con la telemedicina jugando un papel relevante durante los periodos de confinamiento y aislamiento social. “La pandemia también mostró la telemedicina como un complemento útil en la atención a este tipo de pacientes y familias”, apunta Blanco, destacando la necesidad de que los profesionales de cuidados paliativos incluyan competencias tecnológicas en su formación. Esto es esencial para poder ofrecer una atención integral y mantener el contacto con los pacientes en momentos críticos, cuando las visitas presenciales no son viables.
Ramos también señala que, desde la pandemia, la demanda de formación especializada prácticamente se ha duplicado. Esto se debe, en gran medida, a la toma de conciencia entre los profesionales sobre la complejidad del paciente paliativo, que requiere una atención integral y personalizada. “Las habilidades clave para el futuro de los profesionales de cuidados paliativos serán tanto las habilidades comunicativas para un adecuado acompañamiento como la competencia en tecnología sanitaria y la gestión de recursos en escenarios de escasez”, concluye.
El enfoque integral y la atención a las necesidades emocionales y espirituales
La pandemia no solo afectó a los aspectos físicos de los cuidados paliativos, sino que también trajo consigo un incremento en las necesidades emocionales y espirituales de los pacientes y sus familias. Columba Carrera, médico coordinadora de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Fundación Instituto San José y antigua alumna del Máster Universitario en Cuidados Paliativos de la EUEF, destaca que “existe miedo al aislamiento, a no poder acompañar adecuadamente al final de la vida, y miedo a la enfermedad, a la muerte y al sufrimiento”. Según Carrera, estos temores, exacerbados por la pandemia, han hecho que la necesidad de apoyo emocional y psicológico sea más urgente que nunca.
Para abordar estas necesidades, Carrera enfatiza la importancia de contar con equipos multidisciplinares, formados por profesionales cualificados en cuidados paliativos, que
puedan ofrecer una atención holística. “La atención paliativa de calidad debe ser un derecho para todas las personas”, señala, advirtiendo sobre los riesgos de que los pacientes lleguen demasiado tarde a recibir esta atención debido a la falta de formación y de recursos en el sistema sanitario.
El futuro de los cuidados paliativos y la formación especializada
La pandemia de COVID-19 ha dejado claro que los cuidados paliativos son una parte esencial del sistema sanitario que requiere más atención y recursos. La formación especializada se ha revelado como una de las herramientas más importantes para mejorar la calidad de estos cuidados, tanto para los pacientes como para los propios profesionales.
Según los expertos, es fundamental que la formación en cuidados paliativos no solo aborde los aspectos clínicos, sino también las habilidades de comunicación, el manejo emocional y la utilización de nuevas tecnologías. En un escenario post-pandemia, donde los recursos sanitarios son limitados y las demandas de los pacientes paliativos continúan en aumento, los profesionales deben estar preparados para ofrecer una atención que sea, en palabras de Ramos, “humana y de calidad, incluso en los momentos más críticos”.
Orden San Juan de Dios Madrid