Cuida tu cerebro también en verano

22 Jul 2025 Blog

El cerebro también necesita vacaciones. El estrés prolongado no solo afecta nuestro estado de ánimo, sino que puede alterar el funcionamiento cerebral, aumentar el riesgo de deterioro cognitivo e incluso favorecer la aparición de enfermedades neurológicas como el alzhéimer.

Por eso, el descanso veraniego tiene un impacto especialmente positivo en la salud mental. Un estudio realizado en Alemania demostró que la reducción del estrés, la sensación de bienestar y la capacidad de recuperación podían mantenerse hasta 45 días después de las vacaciones. Esto evidencia lo poderosamente reparador que puede ser un descanso bien aprovechado.


Vacaciones para el cerebro: regeneración y equilibrio

Durante las vacaciones disminuyen los niveles de cortisol, la principal hormona del estrés, lo que permite que regiones cerebrales clave —como las encargadas del aprendizaje, la memoria o la creatividad— trabajen con mayor eficiencia.

Además, la corteza prefrontal, responsable de funciones ejecutivas como la toma de decisiones, la planificación o el control del comportamiento social, también necesita descanso. Relajar esta actividad permite que se active otra red neuronal fundamental: la red por defecto. Esta se asocia con la ensoñación, la autorreflexión, el recuerdo de experiencias personales y la proyección del futuro. Su mal funcionamiento se ha vinculado a enfermedades como el alzhéimer, la depresión y la esquizofrenia.

Incluso la simple anticipación de las vacaciones puede generar beneficios. La planificación del descanso ya eleva el bienestar, gracias al optimismo y a la expectativa positiva que despierta.


Consejos para cuidar tu cerebro en vacaciones

Aprovechar el verano para desconectar es una necesidad. Aquí unas recomendaciones para ayudar a tu cerebro a recargarse:

  • Desconecta de verdad: Apaga el piloto automático y aléjate del trabajo y de las obligaciones que no nutren.
  • Modera el uso de pantallas: Limita el tiempo frente a dispositivos electrónicos para favorecer el descanso mental.
  • Conecta con la naturaleza: Pasar tiempo al aire libre ayuda a regular los ritmos circadianos y mejora el estado de ánimo.
  • Practica actividades placenteras: Técnicas como la meditación no directiva estimulan la red por defecto y mejoran la regulación emocional.
  • Cuida tu sueño: Mantén una rutina regular. Dormir entre 7 y 9 horas por noche fortalece la memoria, el humor y la capacidad de adaptación.
  • Muévete: El ejercicio físico oxigena el cerebro, mejora la atención y favorece la creación de nuevas conexiones neuronales.
  • Desafía tu mente: Aprende algo nuevo, lee, juega, arma rompecabezas o escribe. Cualquier reto intelectual estimula la plasticidad cerebral.
  • Relaciónate: Las interacciones sociales mejoran el estado de ánimo, regulan las emociones y fortalecen la reserva cognitiva, es decir, la capacidad del cerebro para resistir el desgaste asociado al paso del tiempo.

El verano es una oportunidad para cuidar no solo el cuerpo, sino también la mente. Permitir que el cerebro descanse, se recupere y se estimule de forma saludable es una inversión directa en nuestro bienestar presente y futuro.

Buscar

+